miércoles, 3 de junio de 2009

Desde Zamora: "La trucha, acoso y derribo".


Desde Zamora, Paulino Concejo me envia esta carta publicada en el diario "La opinión de Zamora" el lunes, 13 de abril de 2009. Creo de interés su publicación en el blog, puesto que se trata de una opinión que, además de compartir, veo necesario divulgar. En ella nos habla de la necesidad de practicar la pesca sin muerte como aportación nuestra, de los pescadores, para intentar que las poblaciones de trucha no vayan a menos. Se que no es la única solución, pero al menos es la que tenemos más próxima, y la que podemos realizar por nosotros mismos. La grandeza de este consejo reside en que es libre, no se trata de una obligación, ni mucho menos de una doctrina, simplemente es eso: un consejo. Sólo espero que no caíga en saco roto y desde la libertad que cada uno tiene se generalice su práctica.




LA TRUCHA, ACOSO Y DERRIBO.
Por Paulino Concejo.
Publicado en "La Opinión de Zamora" el 13 de abril de 2009.

El 6 de abril, leí un artículo publicado en este mismo periódico sobre la apertura de la temporada 2009 de la pesca de la trucha. En él se habla de las medidas adoptadas por la Junta de Castilla y León sobre la no navegabilidad en los embalses y las protestas que ha generado tal decisión. También se recogen declaraciones de diversos pescadores sobre el resultado de la jornada, de algunos que han hecho el cupo, otros que no han llegado, que había mucha gente, etc. pero nadie habla sobre la trucha, sobre las pocas que quedan.

Intentemos entre todos que imágenes como esta no se pierdan.

Pertenezco a la Asociación de pesca a mosca zamorana "El motín de la trucha" donde apostamos por la pesca sin muerte, esto es, la captura y suelta, sobre todo de la trucha, en estos momentos especie que sufre el peligro de desaparecer de nuestros ríos. Es muy preocupante la rapidez con la que ha descendido el número de ejemplares. Está claro que no somos conscientes de la riqueza natural que estamos devastando. Desde la asociación, preocupados por este grave problema, nos hemos dirigido, sin éxito, al Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, proponiendo medidas como la creación en cada uno de nuestros ríos trucheros, de tramos de pesca "sin muerte" que para que todo el mundo me entienda, son trechos de río donde pudiéndose pescar, está prohibido matar o llevarse las truchas, consiguiendo de esta forma no esquilmar partes de río que se pueden recuperar de una manera natural, que los pescadores podamos practicar nuestra afición y ayudar a la guardería con nuestra presencia a vigilar el río de furtivos y desalmados que acaban con este valioso tesoro natural. También a la Asociación se pide opinión en los Consejos territorial y regional de pesca de la Junta aunque nuestras proposiciones, prácticamente, no se tienen en cuenta y se toman decisiones manifiestamente insuficientes, tiempos, al fin y al cabo, en los que es más fácil prohibir que legislar, me explico con un ejemplo: se vedan ríos enteros para su recuperación, o sea, que prohíben la pesca en un recorrido o en la totalidad del río por lo que ningún pescador se acerca a sus orillas; lo malo es que se vigila poco o muy poco y de esta forma campan a sus anchas los malos (pescaderos, que no pescadores).

Por razones como ésta hoy pido a todos los pescadores entusiastas de este maravilloso animal, que seamos conscientes y pongamos en práctica una de las pocas soluciones que está en nuestra mano: soltar nuestras presas. Sé que cuesta mucho, las primeras veces devolver una trucha, sobre todo si se trata de un buen ejemplar. No faltará quien diga que el siguiente que la coja, no tendrá la misma consideración, que se viene haciendo de toda la vida... excusas podemos poner las que queramos. En la pesca, al contrario que la caza, tenemos la oportunidad de devolver la pieza causándole el menor daño posible, dejándola "vivita y coleando" a poco cuidado que pongamos. Prueba inequívoca la tenemos tan cerca como el Tormes a su paso por la provincia de Salamanca, donde en cotos sin muerte como puede ser el de Galisancho se ha conseguido una densidad de truchas en número y tamaño envidiables. Me cuentan, viejos pescadores de toda la vida de dicha zona, que se han mejorado con mucho las mejores épocas pasadas del mismo río. Pensad que ésta es una de las pocas soluciones que está en nuestra mano si no queremos acabar con la trucha antes de que nos hayamos dado cuenta. Hoy, al igual que ha ocurrido con la mayoría de los hechos cotidianos, existen nuevos problemas en el mundo de la pesca por lo que debemos aportar nuevas soluciones. Si no lo hacemos, luego será tarde y todo serán lamentaciones buscando culpables que encontraremos frente al espejo.

Y las arco iris ¿por qué no también?...

Tenemos la obligación moral de dejar los ríos, por lo menos, como nos los hemos encontrado para que así los conozcan nuestras generaciones futuras. Seamos valientes y maduros para entonar el "mea culpa" de ser, en gran parte, los responsables del progresivo deterioramiento de un patrimonio maravilloso e irrecuperable de la naturaleza. Os ruego que en vuestra forma de actuar como pescadores prevalezca el sentido común frente a nuestro instinto depredador y que donde no lleguen nuestras convicciones lleguen las necesidades. La pesca de nuestros tiempos no puede quedar relegada a algo tan simple como capturar un pez, sino del cómo hacerlo, del cómo engañarlo, del disfrutar de la compañía de tus amigos, de un buen almuerzo o de un paisaje ¿Es acaso preferible malpescar las pocas que quedan y matarlas a pasar una jornada divertida con la posibilidad de pescar muchas y grandes truchas aunque se tengan que devolver? Mantenemos viva la emoción y el espíritu de los antiguos cazadores, mas ellos lo hacían por la necesidad de subsistir. Podemos haber pescado muchas truchas en nuestra vida, pero sólo nos interesa la próxima, que será la que nos proporcionará el nuevo reto. Pescadores que conocéis bien la trucha, sabéis que es la reina de nuestros ríos y que los últimos ejemplares de esta extraordinaria especie no pueden tener un destino tan grotesco como acabar en el fondo de una sartén.

Os conozco a muchos, pero os pido a todos ayuda para librar esta singular batalla, que cada uno de vosotros extienda tan "alocado propósito". Existe algo mucho mejor que engañar a una trucha y verla presa en nuestra mano que es devolverle la vida, que si bien lo pensáis en este acto, ni más ni menos, emulamos los poderes de un Dios...

Paulino Concejo

Zamora