PELIGRO: RAYOS A LA VISTA.
¿CÓMO ACTUAR FRENTE A UNA TORMENTA?
Todos los pescadores sabemos que los rayos son peligrosos. Las cañas de pescar de carbono y las embarcaciones atraen poderosamente a los rayos en situaciones de tormenta. Pero ¿sabemos realmente lo que tenemos que hacer en caso de tormenta? Saber cómo actuar puede salvarnos de una situación comprometida.
Desde American Legacy Fishing Company , en USA, nos llega la triste noticia de la muerte de un pescador por la caída de un rayo. Pasó hace apenas dos semanas en el lago Charles, en Louisiana. Una persona murió y otra resultó gravemente herida por quemaduras al caer un rayo sobre la embarcación de aluminio en la que se encontraban pescando, sin darles tiempo a levantar el ancla. La imagen de la embarcación, totalmente quemada, habla por si sola.
En el número 150 de la revista TROFEO PESCA, correspondiente a octubre de 2006, publiqué un artículo titulado ¿Qué hacer en caso de tormenta? Con el objetivo de dar a conocer cómo actuar paso a resumir su contenido:
De todos los fenómenos meteorológicos a los que nos podemos enfrenar mientras pescamos, las tormentas son sin miedo a equivocarme los que más nos impresionan y los que mayor peligro entrañan. Otros fenómenos, como el viento y la lluvia, son simplemente molestos, ¡qué no es poco!, pero no nos causan esa sensación de peligro e inseguridad que nos produce el resplandor de un rayo y el estruendo del trueno que le sigue.
Al año fallecen en España una media de 10 a 15 personas por impacto de rayos. Entre estos fallecidos es habitual el que se encuentren pastores, excursionistas, agricultores y pescadores; personas que por una u otra causa realizan actividades al aire libre, y están por ello expuestos a todo tipo de fenómenos meteorológicos. Entre todas estas actividades, la pesca debe ser considerada como de alto riesgo, pues el empleo de cañas de pescar de carbono aumenta considerablemente las probabilidades de que un rayo nos alcance. Además durante la primavera y el verano, -las dos épocas del año en las que se producen mayor número de tormentas-, somos muchos los pescadores que nos encontramos practicando este deporte, y esto nos convierte en dianas potenciales de los rayos.
Algunas cosas que conviene saber de las tormentas.
Las tormentas son más frecuentes en zonas de montaña en primavera y verano, aunque pueden producirse en otros lugares y estaciones. Casi siempre van acompañadas de lluvia e incluso granizo, aunque tampoco son extrañas las “tormentas secas”, que sólo producen rayos y truenos.
La acumulación de cargas eléctricas en el interior de las nubes, unida a la alta humedad del aire que lo convierten en conductor eléctrico, hacen que la diferencia de potencial produzca una descarga eléctrica, el rayo. Los rayos pueden producirse en el interior de una nube, entre dos nubes o entre una nube y la tierra. Esto convierte al rayo en uno de los fenómenos atmosféricos más peligrosos. Para tener una idea aproximada de su peligrosidad hay que decir que alcanzan tensiones de entre 10 y 100 millones de voltios, con una intensidad de hasta 25.000 amperios. La temperatura del aire en contacto con ellos puede llegar a los 30.000º C, y en su caída alcanzan velocidades de hasta 140.000 Km. /sg.
El estruendo provocado por el rayo es el trueno. El hecho de que el trueno preceda al rayo es debido a que la velocidad del sonido (340 m/sg) es mucho menor que la de la luz. Este desfase entre el rayo y el trueno puede ayudarnos a saber si la tormenta viene o se aleja. Basta para ello con contar el tiempo que transcurre entre ambos fenómenos cada vez que se producen. Si el tiempo va a menos la tormenta se acerca; si va a más, se aleja.
Que tenemos que hacer ante una tormenta.
La previsión es el primer paso para evitar males mayores, y la mejor manera de prever es saber que debemos y que no debemos hacer en caso de tormenta.
Salvo que el cielo oscurezca y se nos haga de noche repentinamente, muchas veces el que nos encontremos absortos en la pesca hace que no nos demos cuenta de que una tormenta se avecina. La aparición de ráfagas de viento y, sobretodo, el resplandor de un relámpago o el sonido de un trueno son las primeras señales que nos alertarán de la formación de una tormenta. Ante estas señales lo primero que debemos hacer es aproximarnos al vehículo antes de que la tormenta se desate. El interior de un coche es el lugar más seguro en caso de tormenta, teniendo la precaución de cerrar las puertas y subir todas las ventanillas, cerrar las entradas de aire, parar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla. Pero si nos sorprende lejos de él, tenemos que saber algunas cosas que nos ayuden hasta que pase la tormenta:
- Si estamos pescando dentro del agua debemos salir inmediatamente de ella, ya que el agua es una excelente conductora de la electricidad.
- Si estamos lejos de nuestro vehiculo lo mejor será esperar a que pase la tormenta para dirigirnos hacia él. Nos desprendernos de todos los objetos metálicos que llevemos encima, y por descontado de la caña de pescar. Lo dejaremos todo en el suelo, a ser posible bajo vegetación, nunca al descubierto, y siempre a una distancia de nosotros superior a 30 metros.
- Mientras esperamos evitaremos estar de pie, y adoptaremos una posición sentada o en cuclillas lo más agachados posibles.
- Las botas de goma y los vadeadores nos aislarán del suelo, por lo que son una buena ayuda.
- Evitaremos refugiarnos bajo árboles aislados y altos, así como en cuevas de poca profundidad, en pequeños edificios aislados y tiendas de campaña. Elegiremos formaciones boscosas y siempre preferiblemente bajo los árboles más bajos, o bien en cuevas profundas.
- Desconectaremos el móvil, ya que las radiaciones electromagnéticas atraen a los rayos.
- Nos alejaremos de cualquier elemento metálico (vallas, cercados, alambradas, etc.).
- Si la tormenta nos sorprende de camino procuraremos evitar los lugares altos y aislados, así como los terrenos abiertos y despejados.
De todos los fenómenos meteorológicos a los que nos podemos enfrenar mientras pescamos, las tormentas son sin miedo a equivocarme los que más nos impresionan y los que mayor peligro entrañan. Otros fenómenos, como el viento y la lluvia, son simplemente molestos, ¡qué no es poco!, pero no nos causan esa sensación de peligro e inseguridad que nos produce el resplandor de un rayo y el estruendo del trueno que le sigue.
Al año fallecen en España una media de 10 a 15 personas por impacto de rayos. Entre estos fallecidos es habitual el que se encuentren pastores, excursionistas, agricultores y pescadores; personas que por una u otra causa realizan actividades al aire libre, y están por ello expuestos a todo tipo de fenómenos meteorológicos. Entre todas estas actividades, la pesca debe ser considerada como de alto riesgo, pues el empleo de cañas de pescar de carbono aumenta considerablemente las probabilidades de que un rayo nos alcance. Además durante la primavera y el verano, -las dos épocas del año en las que se producen mayor número de tormentas-, somos muchos los pescadores que nos encontramos practicando este deporte, y esto nos convierte en dianas potenciales de los rayos.
Algunas cosas que conviene saber de las tormentas.
Las tormentas son más frecuentes en zonas de montaña en primavera y verano, aunque pueden producirse en otros lugares y estaciones. Casi siempre van acompañadas de lluvia e incluso granizo, aunque tampoco son extrañas las “tormentas secas”, que sólo producen rayos y truenos.
La acumulación de cargas eléctricas en el interior de las nubes, unida a la alta humedad del aire que lo convierten en conductor eléctrico, hacen que la diferencia de potencial produzca una descarga eléctrica, el rayo. Los rayos pueden producirse en el interior de una nube, entre dos nubes o entre una nube y la tierra. Esto convierte al rayo en uno de los fenómenos atmosféricos más peligrosos. Para tener una idea aproximada de su peligrosidad hay que decir que alcanzan tensiones de entre 10 y 100 millones de voltios, con una intensidad de hasta 25.000 amperios. La temperatura del aire en contacto con ellos puede llegar a los 30.000º C, y en su caída alcanzan velocidades de hasta 140.000 Km. /sg.
El estruendo provocado por el rayo es el trueno. El hecho de que el trueno preceda al rayo es debido a que la velocidad del sonido (340 m/sg) es mucho menor que la de la luz. Este desfase entre el rayo y el trueno puede ayudarnos a saber si la tormenta viene o se aleja. Basta para ello con contar el tiempo que transcurre entre ambos fenómenos cada vez que se producen. Si el tiempo va a menos la tormenta se acerca; si va a más, se aleja.
Que tenemos que hacer ante una tormenta.
La previsión es el primer paso para evitar males mayores, y la mejor manera de prever es saber que debemos y que no debemos hacer en caso de tormenta.
Salvo que el cielo oscurezca y se nos haga de noche repentinamente, muchas veces el que nos encontremos absortos en la pesca hace que no nos demos cuenta de que una tormenta se avecina. La aparición de ráfagas de viento y, sobretodo, el resplandor de un relámpago o el sonido de un trueno son las primeras señales que nos alertarán de la formación de una tormenta. Ante estas señales lo primero que debemos hacer es aproximarnos al vehículo antes de que la tormenta se desate. El interior de un coche es el lugar más seguro en caso de tormenta, teniendo la precaución de cerrar las puertas y subir todas las ventanillas, cerrar las entradas de aire, parar el motor, bajar la antena de la radio y desconectarla. Pero si nos sorprende lejos de él, tenemos que saber algunas cosas que nos ayuden hasta que pase la tormenta:
- Si estamos pescando dentro del agua debemos salir inmediatamente de ella, ya que el agua es una excelente conductora de la electricidad.
- Si estamos lejos de nuestro vehiculo lo mejor será esperar a que pase la tormenta para dirigirnos hacia él. Nos desprendernos de todos los objetos metálicos que llevemos encima, y por descontado de la caña de pescar. Lo dejaremos todo en el suelo, a ser posible bajo vegetación, nunca al descubierto, y siempre a una distancia de nosotros superior a 30 metros.
- Mientras esperamos evitaremos estar de pie, y adoptaremos una posición sentada o en cuclillas lo más agachados posibles.
- Las botas de goma y los vadeadores nos aislarán del suelo, por lo que son una buena ayuda.
- Evitaremos refugiarnos bajo árboles aislados y altos, así como en cuevas de poca profundidad, en pequeños edificios aislados y tiendas de campaña. Elegiremos formaciones boscosas y siempre preferiblemente bajo los árboles más bajos, o bien en cuevas profundas.
- Desconectaremos el móvil, ya que las radiaciones electromagnéticas atraen a los rayos.
- Nos alejaremos de cualquier elemento metálico (vallas, cercados, alambradas, etc.).
- Si la tormenta nos sorprende de camino procuraremos evitar los lugares altos y aislados, así como los terrenos abiertos y despejados.
- No correr ni andar deprisa, más todavía si vamos mojados, ya que al hacerlo generamos una corriente de aire que puede atraer el rayo.
Conocer estas normas de seguridad nos ayudarán en caso de tormenta y nos permitirán mantenernos tranquilos mientras esperamos a que esta pase y podamos regresar al vehiculo o a casa.
Roberto Coll. Trofeo Pesca, nº 150, octubre de 2006.
Con todo esto no intento asustar a nadie, pero sí que vea y conozca el daño que un rayo puede hacer, y que comprenda que no vale la pena arriesgar la vida. Sea inteligente y use la cabeza con frialdad ante la amenaza de una tormenta próxima. Sin duda su familia y amigos se lo agradecerán.
Fuentes: American Legacy Fishing Company, septiembre 2009. www.gloomis.us
Conocer estas normas de seguridad nos ayudarán en caso de tormenta y nos permitirán mantenernos tranquilos mientras esperamos a que esta pase y podamos regresar al vehiculo o a casa.
Roberto Coll. Trofeo Pesca, nº 150, octubre de 2006.
Con todo esto no intento asustar a nadie, pero sí que vea y conozca el daño que un rayo puede hacer, y que comprenda que no vale la pena arriesgar la vida. Sea inteligente y use la cabeza con frialdad ante la amenaza de una tormenta próxima. Sin duda su familia y amigos se lo agradecerán.
Fuentes: American Legacy Fishing Company, septiembre 2009. www.gloomis.us
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