domingo, 11 de octubre de 2009

Lucha contra el furtivismo


Operación contra la pesca furtiva
Roberto Coll
Los pescadores llevamos tiempo denunciando el grave problema que supone para la fauna piscícola de nuestros ríos y embalses el furtivismo que, de forma masiva y organizada, se viene dando en todas nuestras aguas interiores. El incremento de inmigrantes provenientes de paises del este, en donde la pesca está muy arraigada y es muy practicada con fines culinarios, ha llevado a que practiquen la pesca en cualquier tipo de masa de agua, -ríos, embalses, acequías, canales, marjales...-; y de cualquier especie sin selección alguna, -truchas, carpas, barbos, black bass, lucios,...-; y lo que es peor, sin respetar normas, legislaciones, cupos, tamaños, vedas... Carecen de las licencias de pesca y permisos necesarios, pero por si fuese poco las zonas frecuentadas acumulan una gran cantidad de basura y desperdicios tirados por las orillas que contaminan y afean el paisaje de estos lugares.
Los pescadores hemos denunciado desde hace años este problema en aumento, pero la mayoría de las veces nos quedamos con la impotencia de ver como estos furtivos actúan sin escrúpulos a plena luz del día y sin el menor miedo, pues saben que es muy difícil que los cojan por la escasa vigilancia existente en los ríos, embalses y marjales. Algunas de estas masas de agua, ricas hace años en carpas o basses, han quedado esquilmadas por la acción de los furtivos. En los acotados intensivos de trucha los daños ocasionados por estos furtivos suman muchos cientos de euros al año; en pocas horas sacan del río las truchas recien repobladas.
Desde PESCATURIA quiero dejar también claro que, aunque el mayor problema lo representan los colectivos llegados de paises del este, no hay que descartar los furtivos nacionales que se amparan y escudan en ellos. Denunciamos cualquier tipo de furtivismo sea cual sea su procedencia y forma de actuar, puesto que la falta de respeto y cumplimiento de las normas que, -mejores o peores-, regulan la pesca deportiva en las aguas continentales de la Comunidad Valenciana contribuye al empobrecimiento de su riqueza piscícola y a la contaminación de sus riberas, sin dejar de lado el perjuicio económico que a las Sociedades de Pescadores supone al año la pérdida de repoblaciones.
Diversos medios de prensa valencianos se han hecho eco recientemente de la operación llevada a cabo por efectivos de la Guardia Civil, SEPRONA, para denunciar a los pescadores furtivos en los canales y acequias de la Albufera de Valencia. Desde PESCATURIA amplio el problema a todas las aguas continentales de la Comunidad, y quiero dejar claro que estas personas no son "pescadores", si no "pescateros", el término pescador tiene que servir para diferenciar la forma de comportamiento de dos acciones totalmente distintas, y no debe por ello ensuciarse.
La pesca furtiva amenaza los espacios naturales
El Seprona de la Guardia Civil ha tramitado 550 sanciones sólo en la Albufera en 2008. Los infractores buscan pescas masivas sin respetar las especies protegidas o el entorno
JOSÉ SIERRA
­
La pesca furtiva en los espacios naturales valencianos y en las acequias y canales de riego se ha convertido en un problema de primer orden, especialmente de corte medioambiental, tras la masiva aparición de un nuevo grupo de pescadores, mayoritariamente procedentes de países del Este, con un concepto muy diferente del de la pesca más o menos «deportiva» con el que estaban acostumbrados a lidiar los guardias forestales, responsables de controlar que se aplica la legislación de pesca. Los nuevos pescadores se diferencian de los autóctonos, además de por su origen, por buscar en muchos casos pescas «masivas», de decenas de ejemplares; por pescar y comérselo «todo», sin descartar especies cuyo sabor no es muy apreciado en España y sobre todo, por no respetar las normas de protección que rodean al escenario favorito de su actividad: los humedales valencianos.El Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, Seprona, se ha visto obligado a multiplicar su actividad en materia de pesca furtiva en los últimos tres años ante la escasez de recursos de la guardería medioambiental y la «orientación» que ha tomado la actividad pesquera.Antonio Carrillo, teniente de la Guardia Civil y responsable de las patrullas del Seprona asegura que en contra de una opinión muy generalizada, muchos de estos pescadores extranjeros «disponen de licencia» y se limitan a trasladar a su nuevo domicilio en España su «gran afición» por la pesca.«El problema, a veces, es que pescan donde está prohibido, encienden hogueras,generan muchos residuos que después abandonan o no cumplen con las limitaciones de tamaño o número de capturas», explica el teniente. Las cofradías de pescadores de La Albufera han expresado también su malestar por la situación generada por el furtivismo.«Especies en peligro»Esta manera de actuar provoca graves problemas medioambientales. Y no solo por los residuos. En el marjal de Almenara, el colectivo de Acció Ecologista-Agró se ha visto obligado a reforzar la señalización advirtiendo de la presencia de especies protegidas en un intento de evitar daños a la fauna por las molestias que provocan los pescadores.Los ecologistas, que «tutelan» desde hace años este espacio natural, en el que han obtenido éxitos notables como el regreso, para anidar, de la Gaviota de Adouin, han pedido la intervención de las autoridades para evitar que los furtivos pongan en peligro los nidos cuando invaden, para pescar. algunos de los santuarios de las aves. Hasta hace unos años, los guardas del Seprona imponían una media de unas 50 multas al año relacionadas con la pesca en el entorno del parque natural de La Albufera. En 2008, los agentes llegaron a tramitar 550 sanciones vinculadas con la pesca tan solo en este espacio natural. Las patrullas del Seprona han sido movilizadas en un par de ocasiones para realizar auténticas redadas —el teniente Carrillo prefiere el término «operaciones»— en las que se han puesto 302 denuncias, se ha identificado a 219 personas —dos de ellas fueron detenidas— y se han requisado 241 cañas de pescar.Antonio Carrillo explica que en lo que va de año 2009 ya han tramitado 550 infracciones tanto en operaciones especiales como en la vigilancia diaria.El responsable del Seprona desmiente también que estos pescadores de nuevo cuño no paguen las multas, no tanto por recuperar las cañas incautadas— suelen utilizar materiales de escaso valor y precio mínimo comprados en un todo a cien o a vendedores ambulantes— «como por eludir problemas con Hacienda que podrían afectarles en otros terrenos ».En cualquier caso, las cañas incautadas son tantas que comienzan a ser un problema. El Seprona utilizaba una dependencias facilitadas por la conselleria de Medio Ambiente en la piscifactoría de Polinyà que se encuentran ya completamente saturadas. «No nos caben más», apunta el oficial del Seprona.
Los pescadores detectan numerosos grupos de ilegales
Domingo, 01 febrero a las 06:14:16Tema Publicado en prensa
Publicado en LAS PROVINCIAS el 01-02-09
Los pescadores detectan numerosos grupos de ilegales que realizan capturas en la AlbuferaLas Cofradías de Silla, Catarroja y el Palmar denuncian la competencia desleal ante el Seprona
A. DASÍ/C. FERNÁNDEZ VALENCIA
Alimento abundante y gratis. Esto es lo que han encontrado cientos de extranjeros procedentes de países del Este y asiáticos que todos los fines de semana acuden a la Albufera a pescar de forma ilegal. Las únicas personas que tienen permiso para realizar esta actividad en el lago son los miembros de las cofradías de Pescadores, entidades cuyos socios tienen unos derechos de pesca heredados de sus ancestros y que pasan de padres a hijos. Los ilegales llegan en camionetas desde diferentes puntos de la Comunidad provistos de cañas de pescar y de todos los artilugios necesarios para capturar el mayor número de llisas y carpas. No cuentan con la obligatoria licencia, pero se distribuyen por las acequias del parque natural. Ayer LAS PROVINCIAS pudo comprobar cómo, a pesar de la lluvia, estaban ubicados por las orillas de los canales y pescando llisas, carpas y anguilas impunemente.
Hace meses apenas eran unos cuantos, pero las cofradías de pescadores de Silla, Catarroja y El Palmar han dado la voz de alarma porque ya son numerosos y están invadiendo la Albufera y atentando contra el paraje natural.
"Hay veces que pueden verse entre 30 o 40 personas pescando en la orilla. Son sobre todo rumanos, aunque también hay de diversas nacionalidades", explicaba ayer José Fortea, pescador del puerto de Catarroja. "Los he visto incluso, cuando hace buen tiempo, semidesnudos dentro de las acequias cogiendo los peces con sus propias manos. Sobre todo vienen a pescar cuando se desaguan los campos de arroz y aumenta la pesca", añadía Fortea.
La propia idiosincrasia de la zona, con numerosos ramales de acequias que discurren por lugares recónditos y la escasa afluencia de visitantes, favorece este tipo de pesca furtiva y les permite actuar con cierta impunidad. "Nosotros no podemos llamarles la atención porque cuando se detecta su presencia puedes denunciarlo pero, como mucho, les quitan las cañas que, por cierto, no son muy sofisticadas, suelen ser de las que puedes adquirir en un todo a 100. Después, vuelven sin ningún problema", explicaba un pescador.
La situación es tan crítica que las comunidades de pescadores han acudido a la dirección del parque natural de la Albufera para denunciar la pesca furtiva y exigir actuaciones urgentes. Ante la denuncia, el director del parque natural de l' Albufera, José Segarra, alertó a los agentes del Seprona y comenzaron a hacer batidas semanales.
"Estamos totalmente invadidos y ya no es tanto un problema de la pesca, sino del cuidado del medio ambiental. Cuando se marchan sabemos que han estado allí porque dejan botes, restos de comida, plásticos, partes de sillas rotas y además muchos pescan en ullals, zonas de reserva natural donde está prohibido la pesca y que desconocen. Están poniendo en peligro el parque", se lamentaba Segarra.
En muchos casos cuando el hambre aprieta no esperan ni a llegar a sus casas para saborear la pesca, "hacen brasas y se comen el pescado en el mismo puerto", advertía el presidente de la cofradía de pescadores de Catarroja, Miguel Raga.
Ayer, bajo una lluvia intensa, los pescadores furtivos también estaban pescando. Para ellos, además de una manera de poder conseguir comida, es una práctica muy habitual en sus paises de origen. En Rumanía, de hecho, se celebra anualmente el campeonato mundial de pesca de carpa. "El problema es que sus artes de pesca no están permitidos porque lo hacen también con redes", añadió el director del parque natural.
Los pescadores están muy preocupados porque no dejan engordar a los peces. Eso sí que puede resultar perjudicial a largo plazo para nosotros", añadió Raga. Este pescador advirtió que los robos en motores también se han visto incrementados en los últimos años, coincidiendo con la presencia de los pescadores furtivos. "Roban comida, pero hacen mucho daño", afirmaba desde Catarroja.
Lo que sí es cierto y que ya han comprobado en Catarroja, es que a pesar de que hay suficientes las colonias de tencas y llisas que pueblan las aguas han disminuido. "Ahora se ven pocas piezas y es más evidente la presencia de otras como el carpí", señala Fortea.
El presidente de la Cofradía de Pescadores del Palmar, José Caballer, también explicaba ayer que ya no sabían qué hacer porque las denuncias quedan en nada. Los ilegales se declaran insolventes y no pagan las multas. "Es un grave problema y si no lo frenamos ya no habrá remedio alguno". cfernandez@lasprovincias.es

Las denuncias por la pesca ilegal se multiplican
Las brigadas del servicio de Medio Ambiente (Seprona) no dan abasto. Las denuncias a los numerosos pescadores ilegales que invaden el parque natural de la Albufera se multiplican mes tras mes.

Durante años los agentes han estado controlando la pesca furtiva y sancionándola. El Seprona imponía una media de 50 multas anuales. Sin embargo, a lo largo de 2008 los agentes multaron a 550 infractores. Cerca de diez a la semana. Un incremento que demuestra cómo ha crecido la presencia de pescadores furtivos en las 21.000 hectáreas del parque de la Albufera, tal y como adelantó a Las Provincias.
"Los agentes hacen un trabajo encomiable y es de agradecer, pero aun así no es suficiente porque en la mayoría de las ocasiones los pescadores son insolventes y no pueden hacer frente a las multas", explicó el director del parque natural de la Albufera, José Segarra.
En el último año, el trabajo ha desbordado a los tres agentes por turno que vigilan el parque, según mantiene Segarra. Aunque los pescadores ilegales sean sancionados, una semana después vuelven a estar en la zona para capturar llisas y carpas. No les preocupa las sanciones. "En cuanto se les multa les requisamos los artilugios de pesca y no se los devolvemos hasta que no pagan la multa, pero son pocos los que acuden al retén de Policía para recuperar su caña", señaló el director de parque.

Pero el principal problema de la pesca furtiva es el deterioro del parque. Estos grupos, la mayoría extranjeros procedentes de países del Este y asiáticos, desconocen las zonas que están protegidas y dónde está prohibido pescar. Son ullals y reservas de máxima protección ambiental. "Dejan restos de basura por todas partes que se acumula día tras día. A las brigadas de limpieza no les da tiempo a retirar los restos de residuos", explicó Segarra.
El grupo de Esquerra Unida también se hizo ayer eco de la denuncia realizada por las cofradías y solicitó un refuerzo de agentes para frenar la proliferación de pescadores ilegales. "La presencia de pescadores furtivos no provoca sólo un problema a los pescadores de la zona, también supone un impacto en la fauna del paraje y en la reserva medioambiental", añadió el diputado autonómico en las Corts Valencianes y miembro de EUPV, Lluís Torró.
El grupo político hizo hincapié en que estos comportamientos "no pueden obviarse y quedar impunes. Las capturas masivas de pescados en la Albufera pueden hacer peligrar la reserva", concluyó Torró.
Las sanciones por pescar en la Albufera ascienden a 150 euros y si las capturas se realizan en zonas protegidas la multa asciende a 150 euros más por atentar contra la ley de Espacios Protegidos.
PESCATURIA INVITA A TODOS SUS LECTORES A PARTICIPAR
Y DAR SU OPINIÓN SOBRE ESTA NOTICIA.
ESPERO VUESTROS COMENTARIOS.

5 comentarios:

Unknown dijo...

El furtivismo es una lacra dificil de erradicar.
La ineficacia de la vigilancia, si es que esta existe en algún momento a lo largo del día, que nunca de noche o al oscurecer; la falta de respeto a la autoridad y lo que es peor, a la naturaleza; la falta de sanciones, acordes con los delitos ecológicos cometidos; y la falta de vergüenza y educación cívica, hacen casi imposible una solución.
Los mejores viglantes del río son los propios pescadores, a los que, curiosamente, la Administración correspondiente, es a los únicos que vigila, por eso LOS FURTIVOS CAMPAN A SUS ANCHAS.

Luis Trujillo dijo...

A perro flaco todo se le vuelven pulgas, reza el refranero español tan sabio y recurrente.
A los problemas de mala calidad de aguas, vertidos contaminantes,y suelta de especies invasoras entre otros males, se añade el problema de los furtivos.
Es de agradecer la labor del SEPRONA, que al menos para un poco esta avalancha, aunque sería deseable una ley de pesca más exigente que impusiese unas penas más duras a quienes no cumplen las normas.

Luis Trujillo.

eloi saavedra dijo...

Por mi experiencia te puedo decir que el furtivismo no es eliminable, simplemente se puede reducir su impacto.No hay guardería suficiente, para vigilar tantos kms de ríos y menos en un lugar como Galicia con peces en casi cualquier caso.
Lo que si te puedo decir es que en cuanto las sociedades de pesca se toman en serio este problema, las autoridades por ósmosis convierten este problema en un problema propio. La prueba la tenemos en nuestra demarcación de Ferrolterra (A Coruña) donde incluso están cayendo los furtivos mas avezados y con mas experiencia (el último, Couce, capturado con un completo equipo de buceo en el Xuvia)
Imagino que en el caso de furtivismo que se relata (gente sin raices en la zona y sin nada que perder) la lucha es mucho mas difícil, pero no imposible.
Presióm mediática, y sobre todo colaboración con la guardería, esas son las únicas armas.

adi dijo...

soy rumano pero me parese muy mal que unos muertos de hambre como los gitanos rumanos estan destruiendo la fauna española SEPRONA QUE DEBERIA HACER ES MANDARLOS AL CALABOSO POR LO MENOS UN FIN DE SEMANA Y UNA MULTA PARA QUE ESCARMIENTEN Y QUE NO NOS PERJUDIQUEN MAS A LOS PESCADORES QUE PAGAMOS UNA LICENCIA Y QUEREMOS DISFRUTAR TRANQUILOS

Anónimo dijo...

Buenos dias. Estoy leyendo los comentarios sobre la pesca furtiva de los rumanos y.... me quedo sin palabras. seniores yo tambien soy rumano ....POR favor no ...no todos somos iguales.me gusta pescar de hecho tengo la liciencia para pescar en aguas continentales de la comunidat valenciana. am ido varias veces a pescar en albufera en el año pasado y nunca no am pescado la menos de 500 metros del lago, es decir solo am pescado en los canales .... tengo aqui en ESPAÑA mas de 10 años y de verdat me siento mas español que rumano..pero seniores para unos sin verguenza...ignorantes ... ustetedes estais jusgando una nacion que no es asi...POR FAVOR .. GRACIAS y disculpen las molestias y las faltas de ortografia.UN SALUDO.